Ag 2023
Por andar ignorando a la muerte
me agarró de pronto desprevenido.
Y en un beso sostenido
se terminó mi buena suerte.
En ese largo beso del adiós,
de la muerte me despido,
aunque mientras tanto todo lo miro
pero ese Dios no era mi Dios.
Es solo encargado de un paraíso,
cuyas nubes de oro el sol ha vestido.
Un ángel asombrado fue testigo
de que recibirme el no quiso.
Nunca jamás leí la biblia,
menos aún recé por vos.
Ni tu perdón nos reconcilia,
ni tampoco mi ser lo necesita.
No me gustan a ciegas las citas
soy quien jamás se arrodilló.
Aunque mientras tanto todo lo miro,
pero ese Dios no es mi Dios.
Tengo 36 años, soy de Quilmes, BsAs y soy lic. en Publicidad, jardinero y paisajista. Me gusta el arte y suelo volcar mis sentimientos en forma de escritura poética.