Nov 2021-Gastón Yaryura
Las Plumas del Avestruz- Che Moneda... despertáte, vieja...
El susurro ronco no había alterado el silencio de la plaza, Se escuchaban, cruzar por la avenida, zumbidos de automóviles a toda velocidad, amparados por la noche.
- Dale Moneda, que tengo ganas... -lo movía con el brazo, pero el otro no reacionaba, la cabeza blanca sobre el pasto húmedo y frío. Igual parecía un angelito.
- Acá tenes tu moneda -le dijo, poniéndole un peso sobre el cachete, para que sintiera.
- Mmm.
- Dale Moneda... mirá: te doy otra más -le dijo para convencerlo y le apoyó la segunda sobre la oreja.
Estaba apurado y tenía ganas. Había pensado todo el día en Moneda. En Moneda imitando a un chanchito o un monito. Tenia el pelo lindo Moneda, era medio rubio.
Le puso la bolsita en la nariz, para despertarlo. Se despertó.
- Qué pasa? -preguntó algo desconcertado.
- Nada... que tengo ganas... acá te di dos pesos -habían resbalado al piso-.
- Dejá de joder... Tengo sueño!
- Dale Moneda... son dos pesos!
Pero Moneda estaba cansado.
- Hacelo vos si querés... yo me duermo -le dijo mientras agarraba las monedas y volvía a cerrar los ojitos-.
Le bajó un poco los pantalones, era lindo Moneda. Además, ya le había pagado.
Absorber la vida. Describirla y escribirla. Compartir.
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